Desde
el 2010 nuestro municipio atiende a mujeres víctimas de violencia de
género a través de la Unidad de Atención Psicológica del CMIM
(Centro Municipal de Información a la Mujer).
Este
programa incluye atención tanto individual como grupal y se centra
en el análisis, diagnóstico, tratamiento, así como en la
prevención de la violencia de género y el fomento de la igualdad a
través de una metodología terapéutica desde la perspectiva de
género.
Rocío
Carmona Horta es la psicóloga responsable de éste programa.
Toda
mujer que desee acudir a este servicio debe cumplir unos requisitos
previos que serán valorados por las compañeras del Centro Municipal
de la Mujer, tanto por la asesora legal, como por la técnica de
igualdad.
Nuestro
objetivo será hacer consciente a la usuaria de su situación y que
comience a comprender una serie de conceptos cognitivo-conductuales
elementales que le van a servir para aprovechar mejor las sesiones
posteriores para facilitar cambios a nivel emocional y conductual.
Deseamos
que conozcan el fenómeno de la violencia en la pareja; antes de
“cambiar una relación” es necesario que entiendan lo que está
sucediendo o ha sucedido en ésta y luego entrar en acción.
Los
objetivos que nos propondremos son:
• Llegar
a comprender qué les está pasando,
• Por
qué se han mantenido (en algunos casos durante muchos años) en una
situación que les hacía daño,
• Qué
pueden hacer para hacerle frente a los sentimientos más comunes que
conlleva esta situación (culpa, miedo, vergüenza...),
• Dónde
pueden acudir para pedir ayuda, qué cosas pueden hacer para
protegerse personal y legalmente.
Todo
ésto se hace con una metodología cognitivo conductual basada en las
tres dimensiones de la respuesta humana: Pensamientos, emociones y
conductas.
Pensamientos: se trata de que cada mujer
sea consciente de la influencia de la socialización de género.
También de lo que ella piensa de sí misma, así de cómo interpreta
a su pareja y la relación.
Emociones:
se les enseña cómo la dinámica de la relación tiene coherencia
con las emociones dañinas de culpa, miedo y vergüenza que ésto les
genera.
Conductas:
Comprender los tipos de conductas violentas más comunes,
identificarlas con lo que ellas viven y comprender sus consecuencias
es básico para luego poder aprender respuestas alternativas.
También
se advierte del ciclo de violencia y de esta forma, van adquiriendo
conocimientos que les otorgan comprensión y por tanto, mayor
sensación de control. Desprendiéndose de la indefensión aprendida
con la que comenzaron el taller.
Adquirir
conductas de autoprotección ante la violencia física y también
saber el proceso legal ,les ayudará a tomar decisiones de una manera
más consciente. Reduciendo, en caso de llegar a este punto, la
sensación de vulnerabilidad y el peligro de una segunda
revictimización.
La
intervención grupal es muy adecuada para este tipo de problemáticas,
ya que ayuda a la mujer a descubrir que no es la única que vive este
tipo de situaciones, que este problema solo le ocurre a ella
haciéndola sentir culpable y responsable del problema.
D
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